martes, 2 de octubre de 2012





Me costó un poco más que a ti dejar de soñar. Me costó asaltar piscinas privadas , que me echaran del trabajo, empezar a fumar, algún  que otro esguince, fingir en las noches, sentir que no soy nadie, llorar hasta no poder más, pintar paredes, reducir cartas a pedazos, romper cosas, empaquetar regalos, peluches, ropa, perfumes....Pero dejé de hacerlo.

Me costó un poco mas que a ti creer en mi misma, creerme especial, dejar de coger el teléfono y esperar al último tono de llamada, dejar de escribir y perderme una parte de Barcelona...Pero ya está, puedo escuchar canciones, ver fotos, pisar la Meridiana, montar en moto, pasar las vacaciones en la Costa Brava, ir hasta el final de la linea roja, esperar el 62, releer e-mails, ponerme tus regalos...todo absolutamente TODO. Sin rencor, sin tristeza, sin ataduras. Tú dijiste y es triste pensar que las últimas palabras solo fueron problemas. Pero conseguí superarlos todos esos y muchos más. Porque no sabía lo que me perdía, no creía en mi misma, y me olvidé de quien era por algún tiempo.  No perdí nada porque fuiste el primero y siempre lo serás, pero no el único. Me equivocaba, si me equivocaba de verdad. Vuelvo a escribir, vuelvo a creer, vuelvo a soñar.


Feliz año nuevo.

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