domingo, 15 de diciembre de 2013




A veces sobran las palabras, los halagos y las conversaciones estúpidas. Esperas, siempre esperas, de cualquier persona  a la que cojas cariño, y una vez has cambiado las sábanas esperas, esperas compartir algo más. Pero una vez han conseguido lo que quieren, entonces te vuelves a quedar sola en esas noches. Ya da igual los buenos días o el quiero conocerte, ya da igual el tengo ganas de ti o llámame. Todo se resume en un te llamo luego, y entonces esperas...

Y no puedes más, llega un momento que tu misma te crees por unos segundos que ya basta, que es suficiente. Es muy fácil sentirse estúpida, sentir que una y otra vez te toman el pelo. Entonces esperas..esperas algo mejor de lo que creías. Y otra vez igual toda esa palabrería, toda esa mierda de promesas, de planes, de quedadas, de silencios, de copas...todo eso otra vez. Pero por una vez creo que he llegado a ese punto lo siento, pero prefiero decirte adiós. Lo prefiero, y aunque algunos crean que es agobio simplemente es esperar algo que nunca creerás que es posible. O al menos lo volviste a creer y es que estás harta, muy harta de creer, por ti, por mi y por todos.

Así que entonces te fumas un último cigarrillo y  entonces esperas..simplemente esperas que todo esa mierda pase. 

jueves, 12 de diciembre de 2013




Llega esa época al año en la que todo el mundo parece estar contento, si no es por las compras, sino por los regalos, los adornos o las luces. Es la magia de la Navidad, pero a ti te recuerda que no todo es tan mágico como antes o no como lo debería ser. Te planteas cuando ni siquiera debería serlo si quieres celebrar esa famosa cuenta atrás con la persona que quieres. Y es que lo que eran antes tus amigos ahora ya tienen casa propia y sabes demasiado poco de su vida.Lo más seguro es que cojas un autobús solo por intentar sentirte cerca y rodeada de gente, tu familia, aquella a la que solo en esta época del año conseguías reunir, pero quizás eso te recuerde aún más, que ya no es así. Ni te das cuenta que ya ha pasado otro año, incluso dos desde esos días en Italia y cada vez más ves que necesitas escapar, huir a alguna parte donde nadie te conoce y tener la oportunidad de que te conozcan de nuevo, de cero si es posible. Pero no puedes, porque de eso se trata de madurar y seguir aguantando. Pero lo que más miedo te da ahora mismo, es esa cuenta atrás de empezar un nuevo año y preguntarte si van a seguir  aún esos reproches de este año tan solo congelados, o quizás sean nuevos....

- A la deriva, sí, otra vez.