jueves, 13 de diciembre de 2012





No entiendo las relaciones humanas. Esa forma de fingir que te interesa alguien cuando en verdad lo mandarías a la mierda. O esa devoción por la llegada de la Navidad para hacer el bien y fingir que todos somos una familia feliz, cuando en verdad no soportas ni estar sentado en esa mesa.  La mayor parte de nuestra vida nos limitamos a escenificar un papel que nos ha sido asignado. Vivimos entre el rencor, entre las apalabras te perdono pero no olvido. Y todo eso para que cuando llega Navidad parece que desaparece, te convences a ti misma que es todo muy bonito pero en verdad las cosas siguen igual.Ninguna acción es desinteresada y detrás de todas esas sonrisas en la mesa los sentimientos siguen siendo los mismos. De verdad creéis que vale la pena seguir fingiendo, al menos para mi cuesta más ser enemigo que amigo. Ese esfuerzo por hacer daño o ser indiferente a una persona pienso que no le merece nadie. Que aunque te equivoques siempre estaré aquí para perdonarte.Porque si algo sé es que cuando sonría será de verdad...sino para que hacerlo.

No vale la pena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario